Quiero un presidente

Élian Cabrera
2 min readJun 12, 2021

--

(de Zoe Leonard — 1992)

Quiero una machona para presidenta, quiero una persona con sida para presidente y quiero una marica para vicepresidente y quiero a alguien sin seguro médico y quiero a alguien que haya crecido en un lugar donde la tierra esté tan saturada de desperdicios tóxicos que no tuvieron más opción que contraer leucemia. Quiero una presidenta que haya tenido un aborto a los 16 años y quiero un candidato que no sea el menor de dos males. Quiero un presidente que haya perdido a su último amante a causa del sida, que todavía lo vea cada vez que se acuesta a descansar, que sostuvo a su amante en sus brazos y supo que estaba muriendo. Quiero un presidente sin aire acondicionado, un presidente que haya esperado la fila de una clínica, en la oficina de tránsito, en el seguro social, y que haya estado desempleado y haya sido también despedido, sexualmente acosado y hostigado por ser gay, y deportado. Quiero a alguien que haya pasado la noche en la cárcel y que le hayan quemado una cruz en su jardín, y que haya sobrevivido a una violación. Quiero a alguien que haya estado enamorado y que lo hayan lastimado, que respete el sexo, que haya cometido errores y aprendido de ello. Quiero una mujer negra para presidenta, quiero a alguien con mala dentadura y̶ ̶c̶o̶n̶ ̶a̶c̶t̶i̶t̶u̶d̶,̶ alguien que haya probado l̶a̶ a̶s̶q̶u̶e̶r̶o̶s̶a̶ comida de los hospitales, alguien travestido y que haya consumido drogas y que haya estado en terapia. Quiero a alguien que haya cometido desobediencia civil. Quiero saber por qué esto no es posible. Quiero saber por qué empezamos a aprender en algún punto del camino que un presidente siempre es un payaso: es siempre un Don Juan y nunca una puta. Siempre un patrón y no un trabajador, siempre un mentiroso y un ladrón y nunca atrapado.

Zoe Leonard, feminista y activista queer estadounidense, escribió un poema-manifiesto llamado I want a president… en el que presenta un retrato del clima cultural y político de principios de la década de 1990 en la ciudad de Nueva York. Lo escribió en 1992, el año en que la poeta Eileen Myles se postulaba como candidata a la presidencia junto a George H. W Bush, Bill Clinton y Ross Perot. La identidad de Myles contrastaba con sus ricos oponentes masculinos: una mujer gay proveniente de una comunidad directamente afectada por la pobreza y el SIDA.

Fuente: Artishock

--

--